domingo, 19 de julio de 2009

Homenaje en Juan Lacaze a 53 trabajadores textiles

Domingo, 19 de julio, 2009 - AÑO 10 - Nro.3332
Perseguidos en 1973 por su militancia gremial
Luis Carro |Colonia

Con la colocación de una placa con sus nombres a la entrada de la fábrica Agolán (ex Campomar y Soulas) se rindió homenaje ayer en Juan Lacaze a 53 trabajadores textiles que en 1973 participaron de la Huelga General convocada por la Central Nacional de Trabajadores (CNT) y fueron despedidos por orden del gobierno de facto, acusados de "mala conducta".

"Es muy difícil hablar de compañeros que me enseñaron a vivir como hombre", dijo en su oratoria el dirigente del PIT­CNT Jorge Taborda, oriundo de Juan Lacaze. "Ellos" (dijo refiriéndose a los obreros textiles perseguidos por su militancia gremial) "me enseñaron a tener conciencia de clase".

"Sabían (los militares) a quiénes le pegaban, a qué pueblo castigaban. Esto no fue el desequilibrio de ningún milico atolondrado, sino que estuvo establecido con mucha precisión", señaló Taborda. En el acto organizado por el sindicato de Agolán, que contó con la participación de dirigentes políticos, autoridades municipales y de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND, actual responsable de la fábrica Agolán), la dirigente textil Marcia Michel (de la Agremiación Obrera Textil lacazina) recordó lo ocurrido
"hace 36 años, en el amanecer más oscuro y cruel para nuestro pueblo y en especial para nuestra vieja agremiación". "Cincuenta y tres compañeros y compañeras delegados y militantes ese día recibieron telegramas anunciándoles el despido de su trabajo sin derecho a percibir el cobro del mismo, sin poder percibir ningún beneficio salarial, de licencia y aguinaldo, ni tampoco poder percibir el seguro de paro sólo por el hecho de haber acatado las medidas adoptadas por la central (CNT) en contra del golpe de Estado".


"La empresa, amparada en el decreto 518 del 4 de julio de 1973, condenaba a estos compañeros, junto a sus familiares, a vivir las penurias mayores que un ser humano pueda soportar, impotencia, desesperación, persecución, detención y hasta la emigración para poder obtener dignamente el sustento familiar y el acceso a la educación de sus hijos", indicó Michel, a la vez que exigió el reconocimiento de aquellos adeudos, "algo que todavía seguimos esperando desde el restablecimiento de la democracia".

"Se ha hecho justicia con los presos políticos, por eso no se puede ignorar a los que lucharon por la democracia, viejos gladiadores de la clase trabajadora". "Para ellos pedimos el reconocimiento y resarcimiento de aquel daño humano y económico incalculable ocasionado por el Estado uruguayo", reclamó Michel. Uno de aquellos 53 obreros perseguidos por los militares evocó, con lágrimas de emoción, aquel periplo.
"Es bueno que volvamos a esta fábrica de la que una vez nos sacó la dictadura. Han pasado muchos años desde que recibimos aquel telegrama por "notoria mala conducta" y bien sabemos que en realidad fuimos despedidos por ser leales a la Agremiación Textil, al Congreso Obrero Textil, a la CNT y a las instituciones democráticas de nuestro país. Esa fue nuestra mala conducta", explicó Robert Bentancor.

FUENTE: La República

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